ODS 4.7
Otoño 2021, en Mare de Déu del Carme tenemos siempre presente que somos centro asociado a la UNESCO desde 1989. Este hecho nos ha enriquecido y enriquece en todos los sentidos e hizo que ratificásemos nuestra manera de actuar.
En nuestra propuesta de mejora continua nos planteamos ciertas cuestiones, como por ejemplo ¿cuál es nuestro objetivo como escuela cristiana? La formación en valores entre otras, ¿Cuál es, además, nuestra aportación a la sociedad? La formación. Pero, ¿académica? ¿sólo académica? Cierto, es importante, básica y fundamental y nuestra razón de ser pero no nos quedamos aquí, vayamos más lejos, ya que nuestro objetivo como escuela es la formación integral de la persona. Todos los miembros de nuestra comunidad educativa estamos de acuerdo y si miramos a nuestro entorno, podremos ver que compartimos esta idea con los principales agentes del cambio hacia un mundo sostenible.
Tal y como comentaba la directora general de la Unesco, Irina Bokova «Es necesario que cambiemos radicalmente nuestra idea de la función de la educación en el desarrollo mundial, porque tiene un impacto catalítico en el bienestar de los individuos y el futuro de nuestro planeta. […] Ahora más que nunca la educación tiene la responsabilidad de adaptarse a los retos y aspiraciones del siglo XXI y fomentar los valores y competencias adecuados para conseguir un crecimiento sostenible e inclusivo y una convivencia pacífica.» y es que estamos de acuerdo en que la educación puede contribuir, y debe hacerlo, a una nueva visión del desarrollo mundial sostenible.
Por tanto, debemos seguir trabajando en la sensibilización y animar a participar en este proyecto común y no dejar de tener presente que el nuestro, como escuela comprometida, es garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos y las competencias necesarios para promover el desarrollo sostenible mediante, entre otros, la Educación para el Desarrollo Sostenible y estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, el fomento de una cultura de la paz y la no violencia, la ciudadanía global y el reconocimiento de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible tal y como apunta el objetivo 4.7 de los ODS.